domingo, 27 de septiembre de 2015

DE UN DIA EN 'MELANCOLIA'... Un vendedor y una chica de Graná pasmada.

Esta noche me esforzaré por ser y parecer un gentil y un bufón... Ha pasado el día 26 de septiembre que debería haber sido un buen día, pleno de satisfacciones propias y ajenas, que habiendo jugado el azar una buena mano, hubiese contemplado desde la corta distancia. Pero que el destino ha querido que lo viviera en un lugar de la mente que el corazón nos conduce cuando no halla consuelo... Escribo de ese sentimiento de tristeza sin causa definida, aunque todos sabemos o cada uno, y yo en particular, por qué ese pesar y por qué si existe causa. No me encuentro aún en la fase negativa caracterizada por una depresión del humor, que en este mismo relato se podrá comprobar, ni por una tristeza fundada, ni por un profundo pesimismo, ni por una perdida de la iniciativa, ni por esa perdida en el interés afectivo,... Aunque sí, también pudiera ser que hubiera traspasado la puerta que me lleva, hoy por ayer y ayer por antesdeayer, y así en un bucle interminable, al estado sutil como pocos de la 'Melencolia'. Alberto Durero, pintor del Renacimento, realizó un cuadro al que llamó Melancolia I, que junto con 'El caballero, la Muerte y el Diablo' y 'San Jeronimo en su gabinete', compone las 'Estampas Maestras', y está considerada la obra más misteriosa  caracterizada por su iconografía compleja y su simbolismo... Y he de decir que la pintura del Renacimiento, del s.XVI, siempre me ha impactado por el miedo a lo desconocido de lo que hay detrás de cada figura, cara, elemento,... El universo es una perversa inmensidad hecha de ausencia. 
Uno no está en casi ninguna parte. Sin embargo, en medio de las infinitas desolaciones hay una buena noticia: el Amor. Eso sí, nadie debe confundir el amor con la dicha. Al contrario: a veces se piensa que amor y pena son una misma cosa, pues las historias amorosas son casi siempre tristes, aunque admito que la pena de amor conduce al arte del desamor, donde se producen las más bellas historias y donde la pasión ejercida como automutilación es directamente proporcional a estado de postración, al estado de 'Melancolia'. Algunos, como yo, sin vocación artística, tratamos de merecer a una mujer cultivando cualquiera de estas ciencias: la bondad, el coraje, la riqueza o la extorsión (leed 'poder') y, realmente, si no fuera por el amor, nadie haría gran cosa... Las mujeres beligerantes podrán objetar que estos pensamientos están reservados a la conducta masculina, aunque como un admirador, al respecto, creo que las mujeres hacen de ellas mismas un hecho artístico, y desde que me sumerjo en aguas tan 'procelosas' llego a establecer un orden de cualidades, según su eficacia para enamorar: en primer lugar la belleza y luego la juventud, dos virtudes que son tal vez una sola; después la inteligencia y la bondad; y en último término, el poder y el dinero.

Y así escribiendo sobre mi postración ante el teclado... Recuerdo como algo insólito lo que aconteció en una pequeña tienda de nombre LA DESPENSA en Rodalquilar, en el corazón mismo del Parque Natural del Cabo de Gata (Almería)...
Paramos el coche al atravesar el pequeño pueblo al ver dicha tiendecita. A la vez, me fijé en una chica que bajaba de un vehículo de gama alta y que con un pareo de gasa, como única vestimenta sobre el cuerpo y el bikini que se traslucía por debajo, entró en la misma tiendecita. 
La primera sorpresa fué encontrar 1001, como en los cuentos de la noches de insomnio del sultán,  artículos y bondades artesanales, de gustos, colores, sabores,... Un oasis en tan solitario lugar. 
Cómo podía imaginar lo que acontecería después. Mi convicción era que nada podría hacer allí. Mantenía el recuerdo de las palabras de Francisco, un buen comerciante del puerto de Adra, que me aleccionaba sobre la dificultad de tener diversidad cuando el mejor antídoto contra el fracaso es la exclusividad...
La chica, de la que no me he olvidado, se puso a elegir productos que necesitaba para su alimentación. Y hete aquí que se acerca a la estantería donde había mermeladas que llenaban tres  estantes, que yo contara, de distintas marcas y de muy diferentes sabores y elaboraciones... Puso la mano en una... Y sin ningún miramiento hacia el propietario del lugar, que andaba despachando, le solté: 'la mia es mejor', así sin más. Con toda mi cara dura... o desvergüenza (igual que cuando besé a la ultima chica con la que bailé en Almería... Sin pensarlo y sin medir las consecuencias).
Ella: ¿Cómo? ¿Teneis mermeladas? Tenéis de Higo?
Ooooh! Claro le dije. Antonio las lleva en la mochila... Miralas! Pero, cachis, no tenemos aquí de higo.
Ella: A ver... Esa cajita la vendéis? A qué precio?
Por supuesto... Por ser tuuuuuu.... (me tomé unos segundos que hasta a Antonio parecieron eternos)... Te la dejamos en 7€. Una ganga y 5 sabores... 
Ella: me la quedo!!! Anda si tenéis de 'chumbo'... La que quería!
Que falta de conocimiento... Mucha gente sabe de los 'chumbos' pero le pone el 'higo' por delante... Y a los que siempre nos ha parecido que la chumbera dá chumbos... Lo del higo es una palabra que rompe la belleza de la propia... Aunque también según los lugares se conoce por tuna o nopal. 
Pues bien... Dejamos que pagara sus viandas... Antonio salió y dejó muestra de su saber hacer. Le dejo su cajita. Le cobró sus 7€... Y supimos que el matrimonio era de Granada... Aunque la pena de no saber sus nombres... Si leyeran este blog (?), lo mismo nos mantendriamos en contacto.
Qué suerte pues... Llegar y ver que el día al menos tenía una muestra de 'buena suerte'...
Ah! Pero esa suerte volvería a jugar para nosotros...
Una vez la chica hubo desaparecido... Y Antonio, el comerciante quedó sólo, me dispuse a darle las gracias por tienda tan bien surtida y a volver sobre mis pasos... Entendía que con tanta variedad nada podrían mi paquetito de mermeladas variadas... QUE ERROR!!! Antonio me soltó, como un fogonazo en mi cerebro...: ME INTERESA!!! ME INTERESA!!! ME INTERESA!!! Se repetían esas dos palabras en mi cabeza... Y mi 'patroncito', mi amigo, mi socio, me miraba y se sonreía, como yo,  e incrédulos... Nos pusimos a 'loar' nuestro producto... A contarle todos los sabores, todos los tamaños, el pasado, el presente y el futuro... Lo que quisiera, en cuestión de días lo tendría en su tienda... Y nos comprometiamos a sus condiciones: nada de más tiendas y sólo restaurantes... 
La suerte, el azar, un comerciante que a nada dá miedo (ni cantidad, ni diferencia, ni desconocimiento,...), el único producto de Almería en esta tierra y de esta guisa,...
Y aún así tendremos que seguir adelante. Venciendo extrañas maneras de ver el producto, de entender la comercialización, de saber, como otro comerciante nos dijo, que si no pruebas no apreciarás lo que nuestros ojos y nuestros labios están definiendo: un producto hecho por artesanos capacitados de Almería con productos de la Tierra... 
El día que empezó con 'Melancolia', transcurrió con paz y alegría... Aún cuando al final del día... Volvió la que núnca se va aún mis esfuerzos, sin droga ni alcohol, hago por desterrar mi 'Melancolia' ... (y en la cocina hubo un accidente).

Nota de autor... Hay una canción del Canto del Loco, 'Puede Ser', que dice algo así: 'naces y vives sólo...'  y otra de Alanis Morissette, 'Thank You', que se expone tal como he hecho... No hay engaño ni mentira, ni nada que se parezca... Metafora que deseo entendais cuando penseis en las elaboraciones de CASA DE AVÍO (y mi torpeza al no controlar mis 'emociones')

miércoles, 23 de septiembre de 2015

UNA HISTORIA DE PENCAS Y CHUMBOS... Y su saludable uso.



De pequeño y aún de adolescente, en los veranos que estábamos de vacaciones, años de sentimientos revolucionarios, años 80, venidos de Madrid, me levantaba temprano, a veces, y subía con mi abuelo por el cerro donde terminaba el cortijo dónde vivíamos, casi a 10 minutos de la Puerta de Purchena, en el centro de Almería, a recoger chumbos, que luego él se encargaba de lavar, cepillar y pelar para poner una fuente de chumbos fresca en la mesa para el desayuno… El los disfrutaba y nosotros, sus nietos, casi más… No era que no nos gustaran sino que celebrábamos esa fuente como el ‘oro’ que daba la tierra dónde nacimos y a donde volvíamos con autentica devoción…
Las chumberas eran parte del paisaje de Almería… Servían para marcar lindes en las propiedades o para avisar del borde del camino o de posibles barrancos o peligros insospechados… Recuerdo el campo de chumberas de la Playa de Genoveses… Y tantos sitios dónde la chumbera representaba un medio de vida para los recolectores de chumbos que luego vendían en los mercados o por las calles, llevando una caja de madera o una espuerta de esparto (ya no se ven) encima de un carrillo y al mismo tiempo que pedias una docena, o más o menos, te los pelaban y te los daban en una bolsilla de plástico trasparente o en un cucurucho de papel de estraza.
No voy a contar de dónde procede y cómo se desarrolló en Almería, Andalucía y el resto de la España seca. Para eso hay ‘eruditos’ que han dedicado tiempo a tal menester. Si diré que el chumbo tiene forma de huevo cubierto de una piel de aproximadamente 5 mm de grueso, salpicada de pequeñas desigualdades, cuya vista exterior es en algo semejante a una piña, revestida de una infinidad de espinas muy pequeñas y sutiles, tan ligeramente sujetas que el aire se lleva muchas de ellas y la mano, ropa u otra cosa flexible que toque el chumbo sale bien claveteada. Quién no ha oído historias de algún extranjero, llamado por la curiosidad, que se ha metido un chumbo en la boca y, por desgracia, ya no ha vuelto a pensar en comer de tal fruto. Quién no ha tenido a alguien a su lado que nunca ha probado el chumbo (¿?). Quién no ha probado a cogerlos, limpiarlos, pelarlos… Y se ha puesto de espinas hasta los ojos… Y así podría continuar relatando…
El chumbo a mi parecer, se mastica bien y en conjunto hace un bocado dulce, sabroso y agradable, aunque hay quien no tolera la multitud de pepitas o pipas (mi padre por ejemplo), que no tragaban y hacían una ‘bola’ para escupirlas después… Desagradable cuando hablamos de mesa, comida, bien estar, educación… Pero en la casa de cada uno, cada uno sabe cómo comportarse… Son de difícil digestión si no se bebe agua sobre ellos, pero usando de esta precaución se comen éstos naturales con un exceso que parece incompatible con la calidad de esta fruta… He leído que el vino, aguardiente y licor son un veneno después de haberlos comido… Pero sí es cierto que bien hecho, el licor de chumbo está exquisito.
De todo lo dicho… Y en la actualidad, decir que útil sería para muchos de nuestros pueblos la propagación del cultivo de esta planta y del consumo de esta fruta que con su abundancia es capaz de sostener por más de la cuarta parte del año a alguien falto de más alimento… Y además del desperdicio se alimentan los animales de granja.
Los actuales maestros de la Culinaria admiten que la hoja de la chumbera, cocida al vacio, asada en el horno o frita en sartén, puede ser un buen acompañamiento para ensaladas o para sopas de verduras cocidas o asadas… Que del fruto se hacen licores y mermeladas y compotas mezcladas con especias u otras frutas tropicales…

Mención aparte quiero hacer de los chumbos con los que hemos elaborado esta mermelada de CASA DE AVÍO. Nos dejamos caer por Cojayar, en la Alpujarra de Granada, pues en Almería muchas chumberas han tenido este año una epidemia que las ha dejado exhaustas, dónde éstas están plenas de frutos, que por el régimen de lluvias tan escaso, se han madurado con un nivel de carne y dulzor que permiten obtener una mermelada, o mejor jalea, de aroma y sabor exquisitos. Nunca dejaré de admirar a los naturales del pueblo al que hago referencia: su constancia en mantener los huertos de frutales, verduras, parras y todo tipo de plantas silvestres con sólo sus manos, el torso doblado por los años y el esfuerzo y su tesón en dejar huella de su paso por una tierra de la que el Cielo se olvidó.
Disfrutad del video… Recordad que sólo unas manos ancianas saben tratar las espinas pues, aún con la piel muy fina y castigada, están preparadas para recibir y soltar sin menoscabo de su tersura y suavidad.

Y permitid este pequeño resumen de información, recogido de internet:
“El higo chumbo es un excelente fruto que nos aporta muy pocas calorías, un aporte saludable en fibra y antioxidantes. El chumbo se convirtió en alimento muy popular en el siglo XVIII entre los navegantes gracias a su gran aporte antiescorbútico (fuente natural de vitamina C) y gran recurso hidrante. El higo chumbo posee una fuente extraordinaria en antioxidantes naturales como los betacarotenos y tocoferol. Las calorías del higo chumbo varían en función de su azúcar oscilando entre las 30 y 50 calorías por 100 gramos, lo que lo hace un producto ideal para las dietas de pérdida de peso. Se trata de un fruto con un contenido muy equilibrado en azucares entre los que destaca la fructosa, glucosa, galatosa y sacarosa, combate la fatiga y es de fácil digestión. Los higos chumbos tienen un papel importante en las dietas para la diabetes, estudios científicos han comprobado que el chumbo un ligero efecto hipoglucemiante, ayudando de esta forma a regular el azúcar en sangre para personas con diabetes de tipo II. Higo Chumbo fuente de salud: Previene la osteoporosis. Regula la digestión. Reduce el colesterol. Mejora la salud del corazón. Alivio de ulceras. Controla la tos."